Exigen que la cuarentena sea “igual para todos” sin perjudicar “a los viejos”
La cuarentena, a pesar de los avances logrados por la ciencia en tan corto tiempo en la lucha que mantiene contra al coronavirus, “sigue siendo la mejor vacuna que tenemos”, afirmó Félix Eduardo Nallim, presidente de la Asociación Gerontológica Argentina (AGA), aunque exigiendo que “no se debe hacer diferencia con los viejos”.
Nallim, quien viene manteniendo una verdadera gesta por distintos medios de comunicación en su defensa por los adultos mayores, marcó que “los viejos merecen sentirse en libertad” y por ello volvió a solicitar dos o tres salidas semanales de sus hogares y por un lapso como mínimo de “unas dos horas”.
Esta vez fue en el programa Otro Mundo, emitido por Radio Nihuil de Mendoza, al ser entrevistado por Victoria González, quien lleva más de 20 años con su iniciativa radial al aire: “La actitud paternalista es hoy discriminatoria, segregacionista, inconstitucional, porque meter a todos los viejos dentro de un mismo paquete a pesar de tener distintas edades es tremendo”, sentenció el médico gerontólogo quien además es el presidente de la Caja de Previsión para Profesionales de la Salud Mendoza.
“En algunos países la vejez inicia a los 65, no a los 60. Esa es la edad cronológica. También tenemos la edad biológica, que es la edad que tienen nuestras arterias. También tenemos una edad psicológica o interior que es la que surge de la pregunta sobre qué tan viejo uno se siente y tenemos una edad social que es la que hemos construido en relación a nuestra familia, con nuestros amigos”, explicó el profesional de la salud mendocino.
El hombre reflexionó que “desde que se junta el óvulo con el espermatozoide empezamos a envejecer. Están haciendo una discriminación por edad. Lo que llamamos nosotros como el edadismo. No es lo mismo un viejo de 65 o de 70 que un de 90, por lo tanto, es una actitud totalmente discriminatoria. Como lo que ocurrió en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, transformando a las casas en verdaderas cárceles sin rejas”.
El presidente de AGA apuntó que “en esto hay un daño psicológico. No está mal querer cuidar pero sí lo es exagerar. A partir de los 65 y un día ¿significa que ya tienen que pedir permiso para salir?”, preguntó. Y agregó: “Después de los 84 es cuando inician los verdaderos achaques. Es posible que a ellos sí los tengamos que cuidar mucho más. Pero los mas jóvenes, con la responsabilidad que tienen, se van a cuidar solos. Sí es verdad que hay que evitar que tengan contacto con los niños porque se ha comprobado que son en su mayoría asintomáticos”, admitió.
“El punto de equilibro va a depender de cómo ha sido ese individuo en su familia. A padres abandónicos hijos abandónicos dice el refrán. Pero la sociedad argentina sigue siendo una gran familia contenedora de sus viejos. La institucionalización se manifiesta cuando ya se han agotado todas las instancias de sus cuidados”, manifestó Nallim.
“Generalmente en los hogares privados tienen viejos, viejos. En cambio, en los estatales no, porque en general esos son casos sociales. Si uno lo analiza, un viejo está casi 365 días al año en cuarentena y se contagian cuando alguien llega al hogar y lo contagia. Y la mayoría tienen empleadas mujeres, que son jefas de hogares y de clases sociales bajas. Considerando esto, no sería muy difíciles controlar a esas personas”, observó.
El médico reconoció que “el problema son los hogares clandestinos, donde no existe control alguno. La semana pasada tuvimos el primer caso en Mendoza, aparentemente contagiado por alguien que llegó de afuera con el virus. El problema son los asintomáticos. En esos lugares los empleados son mujeres, algunos hombres, jóvenes y que pueden no presentar síntomas, por eso hay que testearlos”, señaló.
“La vejez es una pérdida permanente de los roles. Mucho más los varones que en las mujeres. El rol de la mujer de estar en la casa no lo pierde nunca, ese derecho el hombre no lo tuvo nunca. También hay una gran debilidad, que es la de no estar trabajando psicológicamente con cada uno de ellos. En tiempo de cuarentena eso es muy difícil. Por eso aconsejamos que los jóvenes donaran un día para que pudieran salir a pasear los viejos. También dimos como opción que eso fuera coordinando según los últimos números de DNI para que tengan la posibilidad de salir dos veces por semana por unas dos horas. Tienen más responsabilidad que un joven. Un viejo seguro que va a hacer caso a las normativas por que se cuida con una mayor responsabilidad”, defendió.
“Ellos merecen sentirse con libertad y por su puesto que hay quienes están pensando en brindarles esos beneficios. Hay que cuidarse. Debemos tomar todas las medidas que se puedan porque esto recién comienza. La única vacuna que tenemos es la cuarentena, pero es para todos y sin diferencias de edades, claro que los mayores de 65 tenemos más responsabilidades”, repitió.