Que cuidados habría que tener con los Adultos Mayores en épocas de frio.
La desregulación de la temperatura en los adultos mayores puede deberse a varios factores, incluyendo cambios fisiológicos relacionados con el envejecimiento y condiciones de salud subyacentes. Algunas de las causas comunes incluyen:
1. Disminución de la eficiencia del sistema de regulación de la temperatura:
Con el envejecimiento, el cuerpo puede tener dificultades para regular la temperatura de manera eficiente. Esto se debe a cambios en la capacidad de respuesta del sistema nervioso, el deterioro de los mecanismos de sudoración y la reducción de la grasa subcutánea, que ayuda a aislar el cuerpo.
2. Enfermedades crónicas:
Las enfermedades crónicas, como la diabetes, enfermedades cardíacas, enfermedad de Parkinson y trastornos de la tiroides, pueden afectar la capacidad del cuerpo para regular la temperatura. Estas condiciones pueden alterar los mecanismos de termorregulación y aumentar el riesgo de desregulación térmica.
3. Medicamentos:
Algunos medicamentos comunes, como los utilizados para tratar la hipertensión arterial, la enfermedad de Parkinson o la depresión, pueden afectar la capacidad del cuerpo para regular la temperatura. Estos medicamentos pueden interferir con los mecanismos naturales de termorregulación y aumentar la sensibilidad al frío o al calor.
4. Cambios en la circulación sanguínea:
Con la edad, la circulación sanguínea puede disminuir, lo que puede afectar la distribución del calor en el cuerpo. Esto puede hacer que los adultos mayores sean más susceptibles a los cambios bruscos de temperatura y tengan dificultades para mantener una temperatura corporal adecuada.
5. Factores ambientales:
Los adultos mayores pueden ser más sensibles a los cambios de temperatura en su entorno. Exposiciones prolongadas a temperaturas extremas, ya sea frío o calor, pueden desencadenar una desregulación de la temperatura en los adultos mayores.
Es importante tener en cuenta que cada persona es única y puede tener diferentes factores que contribuyen a la desregulación de la temperatura. Si un adulto mayor experimenta problemas persistentes de regulación de la temperatura, es recomendable buscar atención médica para evaluar su condición y recibir un diagnóstico adecuado.
Algunas recomendaciones para garantizar su bienestar:
1. Mantener una temperatura adecuada en el hogar:
Asegúrate de que la temperatura dentro de la casa sea cálida y confortable. La temperatura ideal suele ser de alrededor de 20-24 grados Celsius. Usar calefacción central o calefactores individuales tipo tiro balanceados para mantener una temperatura estable y evitar la intoxicación con monóxido de carbono.
2. Evitar corrientes de aire frío:
Las ventanas y puertas deben estar bien selladas para evitar la entrada de corrientes de aire frío. Colocar burletes o selladores en las hendijas para asegurar que no haya fugas de aire.
3. Vestirse adecuadamente:
Ayudar a los adultos mayores a vestirse en capas para mantener el calor corporal. Recomendar el uso de ropa térmica, suéteres, calcetines gruesos y gorros. También es esencial asegurarse que tengan calzado adecuado que
mantenga los pies calientes y protegidos.
4. Mantener una buena hidratación:
La hidratación es igual de importante en invierno como en verano. Asegurarse que los adultos mayores beban suficiente cantidad de agua durante el día ( dos litros como mínimo). Las bebidas calientes también pueden ayudar a mantener el calor interno.
5. Evitar resbalones y caídas:
Las condiciones resbaladizas en las calles y veredas aumentan el riesgo de caídas, lo cual puede ser especialmente peligroso para los adultos mayores (fracturas). Mantener las veredas y áreas de acceso a las casas en forma segura, elimina el hielo y esparcir sal o arena en las zonas resbaladizas.
6. No dejar la actividad física:
Realizar actividad física en forma regular ayuda a mantener una buena circulación sanguínea y a generar calor corporal. Aconsejarles realizar ejercicios suaves en interiores, como ej.: caminar, hacer estiramientos o utilizar una bicicleta fija.
7. Vigilar los signos de hipotermia:
La hipotermia es una condición peligrosa que se produce cuando el cuerpo pierde calor más rápido de lo que puede generarlo. Los síntomas incluyen temblores, confusión, piel pálida o azulada y dificultad para hablar. Si se sospecha que sufre hipotermia, busca urgente ayuda médica.
Mantener contactos frecuentes:
Durante épocas de mucho frío, es importante mantener una comunicación regular con los adultos mayores. Pedir a vecinos o familiares que los visiten o lo llamen por teléfono para asegurarse que estén bien y puedan solicitar ayuda si la necesitan.
Cada persona es única y puede tener necesidades individuales. Siempre es recomendable consultar a un médico para obtener consejos específicos basados en la situación y condiciones de salud del adulto mayor.
Entrevista en Radio Regional de San Martin Mendoza
Entrevista Programa El Otro Mundo
Por Dr. Félix Eduardo Nallim
Médico Geriatra – Magister en Gerontología Social
Presidente de la Asociación Gerontológica Argentina
Presidente Caja de Previsión para Profesionales de la Salud Mendoza